… Y mientras tanto el alma entra en el ciclo de
las reencarnaciones, en su necesidad, en su elección, de crecer y
perfeccionarse a través de la experimentación, hasta terminar siendo una con Dios, hasta iluminar nuevamente
la materia más densa cuando finalmente cerremos El Libro de la Vida, o
cuando todo vuelva a empezar en un nivel más elevado. O cuando nos convirtamos
en dioses de nuestro propio universo.
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