miércoles, 16 de abril de 2014

Una nueva historia…


                        Todo comenzó aquella tarde cuando salí de una cabaña de madera en un lugar de montaña  Me invitaron unas personas que yo no conocía, a un encuentro poco habitual con una vieja mujer que ya había “partido” -no solo de esta vida, sino de muchas más  como ella me dijo cuando le conté que me dedicaba a la Terapia de Regresión a Vidas Pasadas -“Qué interesante”- me dijo, - “yo he vivido muchas vidas”.
         No pretendo que me crean, no son importantes los detalles del encuentro. Solo diré que esta anciana, que había vivido en ese mismo lugar años atrás; utilizó para presentarse ante mí y otras pocas personas que estaban presentes, el cuerpo de un mortal como nosotros: es lo que se llama “mediumnidad”. Para hablarnos, necesitaba utilizar la voz de este buen hombre, que tenía el don de “prestarle su cuerpo” por unos momentos...  
Esta señora además, me enseñó a utilizar el péndulo, que es un método de adivinación y sanación. Ella había sido una gran experta, dicen. Su péndulo de madera todavía estaba ahí...

         Una frase que escuché antes de retirarme de esa inusual reunión en una cabaña de madera, donde ingenuamente le hice la pregunta que todo buscador espiritual hace: “¿cuál es mi misión?”, fue el primer aliento de vida de este libro: tu misión es contar que la muerte no existe”, respondió ella desde el mas allá.


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